Cristina García Melero
Hace 21 años empecé mi camino con la terapia y sin saberlo también mi camino de vida.
Estudié quiromasaje, acupuntura, auriculoterapia, osteopatía estructural periférica y craneal
A los pocos años de tener consulta privada, fue despertando en mí la curiosidad ¿qué
estaba pasando con las emociones no expresadas, los pensamientos negativos repetitivos
que nos asfixian la mente y el cuerpo?
Todo esto me llegaba al ir viendo pacientes a diario que volvían al tiempo con la misma
dolencia y el mismo discurso.
No se paraban a observar a sentir sus emociones desde lo más profundo, ni siquiera eran
conscientes, fue entonces cuando empecé a buscar a formarme a la vez que transformar
integrar nuevas terapias.
Estudié reiki, sat nam rasayan, musicoterapia, meditación,chamanismo y muchas terapias
alternativas más.
Tras años de consulta tuve claro por mi propia experiencia diaria que el cuerpo nos habla
por sintomatología y que los síntomas nos dicen claramente que tenemos emociones o
energía estancada.
Comencé a fusionar la terapia física con la energética y emocional , empecé a comprobar
los cambios en los pacientes pero también en mi.
Hoy sigo viendo cada día como se repiten los patrones, los pacientes llegan con cargas
físicas pero la mayoría con muchas más emocionales y más en estos tiempos de
desconexión social e humana, las prisas el no tener tiempo para uno mismo, tiempos en lo
que el disfrute de no hacer es algo imposible.
Sigo aprendiendo cada día gracias a mis pacientes que me ayudan tanto a comprender la
importancia de darte de recibir de dar, la importancia de parar salir del paisaje y la energía
del asfalto para conectar con lo que realmente somos naturaleza, pararte delante de un
árbol incluso abrazarlo sentir que es un igual, maravillarte con el silencio disfrutarlo, sentir la
tierra bajo tus pies y escuchar dentro de tí.
Estoy muy agradecida a este regalo maravilloso que es vivir, agradecida a este camino de
sanación y consciencia para seguir sanando mis raíces agradecida por seguir este camino
de búsqueda dentro de mí, sintiendo que cuanto más silencio más cuenta te das de lo
profundo de la memoria antigua y sé que seguiré trabajando pero disfrutando de cada
aprendizaje porque la vida es el regalo.