Los beneficios de la práctica del yoga: “Cuando cambias tu postura, cambia tu vida”
Da igual el motivo que te lleve a querer comenzar a practicar yoga, son tantísimos sus beneficios que sin duda encontrarás una respuesta a tu motivación.
Para practicar yoga no necesitas más que tus ganas puesto que es una disciplina abierta a cualquier condición física. Muchas veces he escuchado: “Yo no puedo hacer yoga porque no soy flexible”, pues bien, no necesitas ser flexible, la práctica te hará ganar flexibilidad, pero también fuerza y equilibrio a todos los niveles, sí, sí, también flexibilidad, fuerza y equilibrio a nivel mental y emocional.
El yoga es una disciplina practicada por millones de personas en el mundo y que perdura desde hace miles de años por los inmensos beneficios que nos aporta. Es también una filosofía práctica de vida y una medicina potente no sólo para nuestra salud física, sino también para nuestro bienestar emocional y mental.
Hoy quiero hablarte de algunos – y sólo algunos- de los cambios que ocurrirán en ti cuando empieces a practicar yoga con regularidad. Somos un Todo unificado con diferentes dimensiones: cuerpo, mente, emociones, alma.
Cuando cambiamos y mejoramos el estado de una o varias de estas dimensiones, todo lo que somos se transforma y nos lleva a un mayor bienestar, a una vida más consciente y feliz.
Cuando comienzas a practicar yoga con regularidad, ocurren muchos cambios en ti, quiero hablarte sólo de alguno de ellos.
- Se produce un desarrollo profundo de tu consciencia corporal.
- Comienzas a «habitar» tu cuerpo:
- Comienzas a reconocer sus tensiones y limitaciones para desde esta consciencia comenzar a transformar, sanar y potenciar el estado de todos los sistemas de tu cuerpo físico.
- Flexibiliza, nutre y alinéa las articulaciones: devolviéndoles su capacidad de movimiento, aliviando dolores y rigidez.
- Alivia tensiones y dolores en la espalda, ayudándote a corregir malas posturas, flexibilizando (crea espacio) y fortaleciendo a la vez tanto la columna vertebral, como toda la musculatura y tejidos de la espalda.
- Libera tensiones y contracturas y te vuelve más ágil y ligera, lo que afectará muy beneficiosamente tu concentración y estado de ánimo.
- Fortalece los huesos. El abrazo que los músculos ejercen hacia los huesos en la práctica de las posturas de yoga, estimula las células del tejido óseo, ayudando a recuperar y/o mantener la densidad ósea y a prevenir la osteoporosis.
- Aumenta tu flexibilidad y te ayuda a alinear tu cuerpo adecuadamente para crear en él un espacio fluido y abierto donde tu energía vital pueda moverse con libertad. Da igual de qué grado de flexibilidad partas, inevitablemente tu cuerpo irá ganando espacio y bienestar.
- Incrementa tu capacidad respiratoria: La respiración que practicamos en yoga, abre y ventila toda la superficie pulmonar.
- ¿Sabes que en tus respiraciones cotidianas apenas utilizas un 40% de tu capacidad pulmonar y que, por tanto, queda un 60% de los pulmones sin ventilar? ¿sabes que tu capacidad respiratoria depende de la flexibilidad y fuerza de los músculos que expanden y contraen tu caja torácica?
- La principal fuente de Energía Vital que obtienes es tu respiración. Al potenciarla y aumentar tu consciencia respecto a ella, recargas tu vida con más Vida.
- Promueve la salud cardiovascular: Reduce los valores de presión arterial, ayuda a que puedas equilibrarla. Reduce también los valores de colesterol, la frecuencia cardiaca y otros factores de riesgo cardiovascular.
- La práctica de posturas de yoga hace que tanto la sangre como la linfa, llegue a cada célula del cuerpo, facilitando su nutrición, oxigenación y eliminación de toxicidad acumulada en los tejidos celulares. ¡¡¡¡Es una práctica profundamente revitalizante y rejuvenecedora!!!!
Según una revisión sistemática de 37 ensayos controlados aleatorios con 2.768 sujetos, investigadores de Países Bajos y Estados Unidos concluyen que el yoga puede proporcionar los mismos beneficios en la reducción de factores de riesgo que actividades físicas aeróbicas tradicionales como andar en bicicleta o caminar a paso ligero. «Este hallazgo es significativo para personas que no pueden o prefieren no realizar ejercicio aeróbico tradicional, porque aún podrían lograr beneficios similares en la reducción del riesgo», señalan estos científicos en un artículo en European Journal of Preventive Cardiology.
- La práctica de posturas de yoga hace que tanto la sangre como la linfa, llegue a cada célula del cuerpo, facilitando su nutrición, oxigenación y eliminación de toxicidad acumulada en los tejidos celulares. ¡¡¡¡Es una práctica profundamente revitalizante y rejuvenecedora!!!!
- Refuerza el sistema inmunológico, por todo lo anteriormente dicho y por el profundo masaje que todos los órganos del cuerpo reciben en la práctica de las posturas de yoga, lo que les ayuda a potenciar sus funciones.
- Mejora las funciones cerebrales: La concentración que exigen las posturas de yoga y la mejor oxigenación que se da con la respiración yóguica, hace que cuando terminas una sesión de yoga, sientas que de repente tienes más coordinación, más claridad mental y emocional, más serenidad y una potenciación de tus sentidos y de las funciones cerebrales.
- Reduce el nivel de estrés, depresión y ansiedad
Las posturas de yoga trabajan profundamente a nivel del sistema nervioso, nos ayudan a través de la concentración en las posturas (trabajo cuerpo-mente) a liberarnos de cargas y preocupaciones del día a día. La práctica de la respiración consciente y de la relajación genera un estado interior de calma, equilibrio y serenidad.
Te sientes más a gusto contigo mismo.
El yoga en primera instancia nos ayuda a conectarnos con nuestro cuerpo, a sentirlo, aceptarlo, apreciarlo y respetarlo como lo que es: un vehículo que nos permite Ser y Estar.
A medida que profundizas en su práctica, vas desarrollando un profundo sentido de amor propio, comienzas a cuidarte más y como consecuencia a tener una nueva apreciación de quién eres y del simple gozo de vivir aquí y ahora. Te sientes más seguro y feliz.
Lo más importante de practicar yoga es tener una experiencia profunda de nosotros mismos, sólo así logramos amar y vivir de verdad.